Vacaciones en la Zona Cero

"¡Anda!, ¡Juanita se nos va de vacaciones a Nueva York!" pensaréis. Nada más lejos de la realidad. Lo más cerca que he estado de la gran manzana son mis converse rojas y mis chicles picantes de canela, todo ello traído por encargo por una amiga que, ella, SI ha estado. Bueno, ¿y entonces? Pues ahora mismito lo explico. Tenemos que cambiar de friforífico. Sí. Nuestro blanco aliado nos está avisando de que tiene los días contados. Yo, como buena previsora y amante de la búsqueda de ofertas, he estado mirando por aqui y por allá las ocpiones disponibles. Evidentemente, adiós vacaciones de verano. En cambio, ¡hola frigorífico combi no-frost con cajón cero grados! (lo que yo llamo cariñosamente, la Zona Cero) Esta novedad consiste en un cajón, en la parte superior del aparato (en la no-congelador, se entiende), que está siempre a cero grados, ideal para mantener en óptimas condiciones los alimentos frescos, como la carne y el pescado. (¿Por qué no me habré hecho comercial? Como dice Paddelman, "tú reclutarías hasta a una monja a un curso de danza oriental") Bueno, pues frigorífico elegido, qué bien. Cuando más satisfecha estaba de mi elección (estupenda relación calidad-precio, buena casa, buen servicio técnico, dependiente super amable) llegó el terror. "Seguro que la que tenéis mide 185cm?" (el frigo está dentro de un armario) Paddelman convencido de que sí. Yo, no tan segura (lo he medido varios miles de veces) "Yo creo que hace 183 o asi..." Mejor que vengan a medirlo y salimos de dudas. Bien, pues esta mañana ha tenido lugar la medición, confirmando mis peores sospechas... MIDE 183,5... ¿Y ahora qué? Pues ahora vuelta a empezar. Yo, inasequible al desaliento, creo que la solución más sencilla es buscar uno más pequeño. Pero surge otra propuesta, rocambolesca a mi juicio, que es cargarse el armario. Dicho de otro modo, "recortar" la parte de arriba para que quepa el que hemos elegido. ¿Qué opináis vosotros? ¿Qué solución creéis que es mejor? Se admiten sugerencias...