Sucedió hace dos días, a primerita hora de la tarde. Los cachorritos estaban en su siesta, durmiendo plácidamente, momento en el que mamá leona (o sea, yo) aprovecha para surcar los mares cibernéticos y ponerse al día de correos, entradas blogueras, últimos articulos para bebés, trajes de danza oriental y demás. Me acomodo tranquilamente frente al ordenador, clico en el símbolo azul que es la entrada a este maravilloso mundo, y, oh terror, pavor, no puede ser... "Internet Explorer no puede abrir el sitio", o lo que suele poner en estos casos.
¿Cómo que no? ¿Qué pasa? Como soy una experta inexperta (expresion inspirada en el señor Feliz Infeliz-ver consultorio Dra Dancing) empecé a ponerme nerviosita, pero me dije, "Juanita, calma. Piensa" Si, si, piensa Macfly, que decían en Regreso al Futuro. Miro al modem, con miedo, y descubro que la lucecita que debería estar encendida no lo está. Mierda. Bueno, vamos a probar a desenchufar y enchufar. A ver si asi. Nada. Otra vez. Pues nada. Nada de nada. Sudores frios, temblorina, y ¿ahora qué hago sin internet? ¡¡¡Joder si tengo que pagar mi última adquisición de ebay!!! (otro día os cuento) Ay. Llamo a la compañía suministradora de red. Que me mandan un técnico. "Es bastante urgente", les digo. Ya, como quien oye llover, me anuncian la visita del doctor en modems para 24 horas después. Pues hala, a resignarse. Ahora que vuelvo a estar en red tengo que ponerme al dia de emails, y todo lo que dejé pendiente. Si no fuera porque soy yo misma le preguntaría a la Dra Dancing qué hacer en estos casos de síndrome de abstinencia... Os dejo, voy a seguir dando besitos al ordenador... Ay querido, cuánto te he echado de menos, no vuelvas a dejarme por favor...
3 comentarios:
Es uno de los grandes dramas de la humanidad hoy en día, sino sólo tienes que ver el siguiente vídeo:
http://muchachadanui.rtve.es/videos/05-enjuto-mojamuto.html
Es cierto, qué gran reflejo de la realiddad.
Juanita, tu aventura me ha recordado estas reflexiones que escribí en mis inicios cibernéticos, cuando no había ADSL y cosas de ésas y estaba enganchada a la "inmesa telaraña"...
Reflexiones sobre Internet
Nuestr@ protagonista llega a casa después de una agotadora jornada de trabajo. Para "desestresarse", se planta ante el ordenador, lo enciende y trata de conectarse, a ver si se relaja navegando y charlando con l@s amig@s que tiene detrás de la pantalla.
Primer contratiempo: no hay manera de conectarse, ¿saturación de líneas? Suena el primer exabrupto, que retumba en toda la casa. Sigue intentándolo y vuelve a fallar en su intento. Su nuca, ya contraída por la tensión del día, adquiere una rigidez que apenas le permite moverse. Sus manos empiezan a sudar.
Al cabo de varias tentativas, consigue hacerse con la preciada conexión. "Ya no te escapas, piensa para sí" Hace un par de incursiones en alguna página interesante y se introduce en el club de amig@s que tanto le gusta. ¡Qué suerte! están los mejorcitos... Empieza el diálogo y el intercambio de información, parece que los músculos se aflojan lentamente. Es feliz, se siente dueñ@ del mundo... prepara una copa y se extasía ante la pantalla. En el momento más apasionante, aparece una ventanita que le anuncia que la conexión con Internet ha finalizado. ¡No, no, no! ¡Ahora no! Llueven las maldiciones y juramentos de todo tipo. Su familia oye de lejos la sarta de improperios que escupe su boca y asiste, pasmada, a la asombrosa transformación de nuestr@ protagonista. "Hace un momento, se le oía reír, parecía feliz..."
Vuelve a intentarlo una y otra vez, sin éxito. Alguien viene a preguntarle algo y le ladra otra tanda de juramentos que hace que abandone la estancia precipitadamente.
En este momento, hace su aparición una sombra negra y siniestra que envuelve a nuestro personaje con su manto: la DEPENDENCIA. En lugar de acostarse feliz y relajado, ha incrementado su tensión, su cerebro sólo genera agresividad, impotencia y debilidad.
¿Qué pasará mañana?
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