He aquí otro caso que ha llegado al buzón de la doctora Dancing:
Amiga Dancing: Siempre he sido una persona gris, llevaba una nube que amenazaba con tormenta sobre mi cabeza, no conocía la sonrisa. Y de repente, apareció... ELLA. Desde que apareció en mi vida, es primavera no solo en el Corte Ingles sino en mi corazón, pero claro, soy alérgico al polen y me paso el día estornudando y llorando. En mis ojos solo hay sitio para ella y como trabajaba como conductor de autobuses, pues me han despedido. Ella es el azúcar de mi vida, pero soy diabético. Resumiendo doctora Dancing, ahora soy un feliz infeliz, cuando antes era un infeliz feliz. ¿Que puedo hacer? Eternamente suyo, Siempre infeliz.
Bien amigo infeliz feliz o lo que sea, en tu caso se trata de elegir. Tienes que tomar una decisión. Debes escoger primero un empleo, descartamos por supuesto conductor de cualquier tipo de vehiculos y recolector de cualquier tipo de producto campestre. ¿Qué te parecería dependiente en la sección zapatería para caballeros de El Corte Inglés?
Para lo de tus ojos la solución es una sencilla operación con láser, para ampliar tu campo de visión y que puedas ver los pies de los clientes. Cuesta unos 6000 euros, en un par de años de trabajo sin vacaciones lo tienes amortizado. Como no tendrás tiempo para verla, ELLA acabará dejándote, y asi ya no habrá medias tintas: serás un infeliz infeliz. Y si tu objetivo es ser un feliz feliz, pues esperate a tu cumpleaños que te cantaremos eso de: "feliz, feliz en tu día...."
He dicho.
1 comentario:
Que forma solemne de acabar.Digna a la par que elegante (como tú Juanita)
He dicho! Yo tambien
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