No permitiré que nadie te arrincone

Generalmente escribo cosas graciosas o por lo menos yo me divierto contandolas, que para eso hacemos este blog, para reirnos un rato.
Hoy no me río, pero sonrío. Los que me conocéis un poquito sabéis de mi pasión por Dirty Dancing (incomprensible para algunos, cosa que entiendo perfectamente). Va más allá de lo que pueda explicar. Me gusta, y ya está. Como al Portero los San Jacobos.
La semana pasada murió Patrick Swayze, mi compañero platónico de baile Johnny Castle (y ahora más platónico que nunca, todo hay que decirlo) y no pude escribir más que esto http://elbuhoteve.blogspot.com/2009/09/adios-johnny.html
Hoy quiero rendirle homenaje, por todo lo que he disfrutado viéndole bailar, por las horas que he pasado (vale, y paso, aunque ahora menos) repasando a cámara lenta las coreografías del DVD Edición de Coleccionista, a ver si termino de aprendérmelas.
La primera vez que vi Dirty Dancing era le día de mi 11 cumpleaños. Salí del cine con la boca abierta y aun hoy no la he cerrado... Al día siguiente volví a verla. Ahi empezó todo. Una adicción que ni la mano dura paterna más estricta pudo corregir secuestrándome la cinta BETA, y luego la VHS. Después vinieron años de visionado, a veces casual ("uy, mira lo que ponen en la tele....") y otras intencionado con las amigas ("¿¿¿ponemos Dirty Dancing??? nos decíamos con una mirada pilla y chispeante) Si la proyección tenía lugar en mi casa, no pocas veces nos sobresaltaba la voz de mi padre diciendo, desesperado "¿¿¿Pero cómo, otra vez???" Y ya años después, es Paddelman quien alucina "No irás a verla otra vez..." Pero sé que en el fondo lo entiende.
Porque la peli es la misma, pero yo no. Asi que cada vez que la veo es como si la viera por primera vez, y conseguir que algo te haga sentir asi es maravilloso, sea Dirty Dancing, Star Treck o los San Jacobos, ¿no creéis?
Asi que mi querido Johnny, gracias por crecer conmigo y enseñarme mis primeros pasos de baile.

Hasta siempre