En los últimos días he dicho la frase: "¡Vaya!...pero... ¡Si llevas bragas!" con gran alegría y frecuencia.
Cómo padre he de argumentar que sólo hay dos situaciones en las que esta frase te produzca una enorme sensación de orgullo:
1.- Tener una hija de dos años a la que se le esta quitando el pañal y la animes a que avise para no estropear sus braguitas de chica mayor.
2.- Tener una hija participando en "Mujeres y hombres y viceversa!"
Mi caso es el 1... y espero no encontrarme nunca en el punto 2.
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