Desconozco que es lo que le habían hecho los de C.C.O.O, pero el hombre estaba muy enfadado.
Cambiando de tema, nos encontramos una farmacia que en el escaparate coleccionaba cajas de aspirinas de todo el mundo...curioso.
Siento que la foto no sea mejor y para acabar si alguna vez van a Córdoba no se olviden de pasar por aquí.
¡Qué raciones más majas comimos! y (esto le va a interesar a Juanita) en ese mismo callejón había un local con espectáculos de danza del vientre.
1 comentario:
De lo que no estoy tan segura es de que Paddelman comparta el mismo interés...
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