El puto cross
Casualmente, cross suena parecido a cruz. (qué cruz, señor). Resulta que ayer hubo cross. O sea, gente corriendo. Vayan ustedes a preguntarles a ver por qué corrían. Cada uno tendría su motivo, digo yo. Los responsables de organizarlo debieron de sentarse a pensar bien:
- "¿A ver, cómo podemos joder más a la peña?
- ¡Altavoces a todo volumen a la hora de la siesta! dijo uno
- ¡Recorrido por mitad del pueblo! añadió otro
- ¡Cerrar todas las entradas y salidas del pueblo! remató el tercero
"¡Genial! pues ya tenemos plan, oye.
En el tercer punto tenéis la respuesta a por qué nuestros amigos búhos llegaron con retraso (Portero, te dejo a ti la entrada para escribir acerca la autoridad (¿in? competente)
No es este el primer cross que se organiza aquí. Es más, no hace falta que se organice nada para que una salga a pasear y algún aficionado a correr le obsequie con esa gloriosa visión. Pero no penseis que están todos buenísimos. Bien au contraire, que diría Voltaire. No me fijo mucho en sus caras... ¿Por qué? Pues hay un buen motivo, (ahora volved a leer el título) porque con esa indumentaria que llevan es imposible no mirarles la entrepierna. Aj. No me digáis que nunca os habéis fijado. Hala, ahí van, con toda la merendola bailando. Qué ascazo por dios. Esos pantaloncitos flojitos y cortitos... ¿realmente son necesarios? ¿no se puede correr en chándal como toda la vida se ha hecho? Si llevaran puesta la ropa interior de su novia no sería más impactante. Para ser justa, no todos van así. Algunos nos ¿regalan? la vista con culottes pegadiiiiiitos pegadiiiiitos, como los ciclistas (de eso hablaré otro día). Lo que hacen algunos para saber qué se siente al llevar pantis... Encima cualquiera diría que lo están pasando bien, coloraos coloraos, sudando, con cara de escapar de alguien...
Sé que esta entrada puede traer cola (nunca mejor dicho), no pretendo herir sensibilidades, pero la mía se siente herida cada vez que contemplo una de aquellas escenas. La antilujura, vamos.
5 comentarios:
De lo que yo más me quejo es que me parece que me paren cuando los que estan pasando son cabeza de carrera, pero cuando estoy esperando a que pasen unos que llevan media hora de retraso....
Eso fastidia aún más, ya lo creo. Dan ganas de ir en plan "coche escoba" con un ecobón gigante y darles según pasan...
Doy fe, doy fe de cuanto dice Juanita, ya que también yo me encontraba en el "lugar de los hechos" pasando el fin de semana.
En realidad, todo el sábado estuvo "teñido" de ambiente "festivo-deportivo", ya que , y esto no lo ha contado Juanita, por la mañana hubo carrera ciclista y, claro, todo lo demás paralizado. Tráfico interrumpido, pitos ensordecedores a diestra y siniestra y demás parafernalia. Tardamos muchísimo en llegar al pueblo para desayunar y comprar la prensa.
Pasado el mal trago, se hizo de nuevo la calma y disfrutamos de una bonita mañana soleada. Y, después de comer, pues siesta, ¿no?, que para eso es sábado... Pues no, nada más iniciar el sesteo sabatino, un estruendo demoledor me sobresaltó y me arrancó todo tipo de juramentos.
Eran los altavoces (alta-voces) que anunciaban, comentaban, jaleaban y arropaban al mencionado "cross" citado por Juanita. Me dieron la tarde, y eso que ni siquiera tuve que pasar el "trance" de contemplar el espectáculo, tan bien descrito por nuestra amiga, ¡hasta ahí podíamos llegar!
Así que me resigné a sufrir más o menos en silencio hasta que cesó el ruido.
Lo mejor de la tarde fue conocer al bebé de la Presi y el Portero, que es una preciosidad, simpático, guapo y espabilado como pocos, a ver si nos nos sale ciclista o corredor...
De parte de Unai, gracias. En cuanto a lo de que sea ciclista o corredor...si sale a su padre será perdedor de squash. Hay que seguir las tradiciones.
Joé, me he extenddo demasiado con mi comentario, Juanita me va a reñir, ¡ay, dios, que me deja sin paga...!
Pero es que me lo puso "a huevo" con lo de la siesta y, claro, me encelé...
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